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De la discoteca al aparcamiento, entrevista con Salvatore di ESSE EMME Service

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En el corazón de Liguria, entre Bordighera e Imperia, existe una realidad que combina la tradición familiar, el espíritu emprendedor y una increíble pasión por el trabajo en la carretera. Es Salvatore, un joven neumático de 25 años, quien nos cuenta esta historia. 

Salvatore se presenta diciendo: «Llevo nueve años en este oficio, no se me daban bien los estudios, así que empecé a trabajar en el taller de un amigo de la familia. Al principio solo me ocupaba de los coches, pero luego me apasioné y no he parado». 

Se trata de una auténtica empresa familiar: tienen una empresa de transportes y, hace unos años, consiguieron encontrar un local más grande en Imperia, donde surgió la idea del taller. Su padre y su hermana empezaron con un mecánico y un neumático, mientras Salvatore aprendía el oficio en otro lugar.

Al principio, todo era muy improvisado, pero hoy en día la empresa cuenta con una furgoneta equipada y una autorización VAI (Europ Assistance) para la asistencia en carretera. Salvatore nos explica que llevan un año y medio en funcionamiento y que pueden intervenir en áreas de descanso y aparcamientos. Su misión es poner el vehículo en marcha lo antes posible.

Salvatore no tiene intención de cambiar de profesión, sino más bien de expandirse. Le gustaría ampliar el servicio a una asistencia en carretera completa, incluyendo camiones pesados. Ya disponen de furgonetas y conductores, pero se necesita organización e inversión.

Para Salvatore, la seguridad es lo primero y nos dice con sencillez: «Un trabajo debe hacerse bien y debe hacerse de una sola vez. Si no se puede hacer en buenas condiciones, no se hace».

Al final de la entrevista, le preguntamos qué consejo daría a sus compañeros que desean dedicarse a esta profesión, y Salvatore nos responde con voz decidida: «Hay que tener pasión. Hay que estar dispuesto a salir incluso por la noche. A veces salgo el sábado, luego me llaman para una intervención, me cambio y voy, y una vez terminado el trabajo, vuelvo a la discoteca. Así es la vida de un socorrista».

Un testimonio sincero, lleno de energía, que narra una profesión antigua con una mirada nueva, la de alguien que la vive como una misión diaria.