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NUEVO CÓDIGO DE CIRCULACIÓN: ESTOS SON LOS CAMBIOS

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Con el objetivo de reforzar la seguridad vial y adaptar las normas a las nuevas necesidades de movilidad, desde el 14 de diciembre está en vigor el nuevo Código de la Circulación, que introduce importantes cambios en las normas que regulan la circulación de los medios de transporte. Los cambios más importantes afectan a las sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas y por utilizar el teléfono móvil en el coche, pero también al estacionamiento indiscriminado en zonas reservadas a discapacitados. Además, se inicia por primera vez la regulación de los tan discutidos patinetes eléctricos. 

Dejemos a un lado toda la polémica que ha suscitado el nuevo código de circulación y centrémonos en las novedades más importantes y en cómo afectarán a la vida de los conductores profesionales.

Endurecimiento de las sanciones

Reconozcámoslo, la verdadera novedad de este nuevo código de circulación está en la regulación de los patinetes eléctricos, que se habían convertido en un fenómeno en las ciudades que sin duda debería regularse. Por lo demás, parece que se endurecen las sanciones existentes y los plazos de suspensión del permiso. La buena noticia es que, según el nuevo reglamento, no se sumarán dos sanciones iguales si la infracción se ha producido en el plazo de una hora y en el mismo tramo de carretera. Se pagará la infracción más grave más 1/3 del importe.   

Qué cambia para los conductores profesionales

Se ha introducido un régimen específico para los conductores profesionales en posesión de la tarjeta de cualificación del conductor (CQC). Si un conductor que ha cometido una infracción tiene menos de 20 puntos en su permiso (10 si es un conductor novel), puede ser objeto de una suspensión del permiso de conducción de entre 7 y 14 días, dependiendo de cuántos puntos le queden. La detracción se hará sólo en el permiso de conducir y no en ambos. Otra novedad importante se refiere a la revisión de vehículos pesados, que también podrá realizarse en talleres privados, simplificando un proceso burocrático de mantenimiento de vehículos que se había vuelto lento y engorroso. 

En resumen, todos los que hasta ahora han cumplido las leyes sobre el uso de dispositivos electrónicos al volante, la conducción en estado de embriaguez y el respeto de las normas escritas y no escritas de civismo y respeto (como no exceder la velocidad en zonas pobladas o no aparcar en zonas reservadas a minusválidos) no tienen nada que temer.