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Retos en el futuro de la logistíca

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Future of
Autonomous
Vehicles

FUTURO, LOGÍSTICA Y TECNOLOGÍA

El sector de la logística está experimentando una rápida y compleja transformación, cada vez más entrelazada con la economía, la política y las cuestiones medioambientales. La clave para afrontar los problemas que puedan surgir es sin duda la tecnología, que está en el centro de esta evolución en busca de soluciones eficaces, innovadoras y sostenibles.

INFRAESTRUCTURAS E INTELIGENCIA ARTIFICIAL

Durante la pandemia, muchas personas recurrieron al comercio electrónico; esto creó una mayor presión sobre los sistemas de transporte y la logística. Los consumidores de hoy quieren recibir los productos en 24/48 horas, y además del tráfico de vehículos, esto también ha provocado un aumento significativo de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que plantea la cuestión de la sostenibilidad: cada vez se pide más a las empresas que sean competitivas, eficientes y rápidas en la entrega y el transporte, sin olvidar reducir el impacto medioambiental de su transporte adoptando vehículos de emisiones bajas o nulas, como los eléctricos o los impulsados por hidrógeno. La inteligencia artificial puede mejorar la planificación de rutas y la gestión de flotas, aumentando la eficiencia. Sin embargo, la introducción de vehículos autónomos plantea problemas de seguridad, regulación y empleo. Su integración requerirá una adaptación normativa y enormes inversiones en infraestructuras. La transición a flotas más ecológicas, sin embargo, presenta obstáculos técnicos e infraestructurales, como la disponibilidad de puntos de recarga y el coste inicial de compra. Además, la gestión de la cadena de suministro debe integrar prácticas más sostenibles, reducir los viajes en vacío y optimizar las rutas para minimizar las emisiones.

CONDUCCIÓN AUTÓNOMA: EL GRAN RETO

La capacidad de un vehículo para desplazarse y tomar decisiones de forma autónoma, con la ayuda de sensores, radares, cámaras y un software específico adecuado, se denomina conducción autónoma y representa uno, si no el mayor, de los retos del transporte en un futuro próximo. En la práctica, el vehículo ya no necesitará conductor y podrá controlar de forma autónoma: velocidad, aceleración y frenado, y dirección de la marcha. La combinación de distintas tecnologías permitirá estudiar el entorno circundante para detectar obstáculos, señales de tráfico y otros vehículos. En varios países, entre ellos Italia, se están intentando distintos tipos de conducción autónoma, desde el nivel 1 de conducción asistida, que podría incluir funciones de control de velocidad y frenado automático de emergencia, hasta el nivel 5, que permitiría al vehículo gestionar completamente la conducción, sin intervención del conductor. Una vez resueltas las cuestiones legislativas y de seguridad, la conducción autónoma promete revolucionar el concepto de movilidad.